La Percepción del Cuerpo en la Cosmovisión Africana (tercera parte)



En la sociedad cubana actual las creencias de origen africano, como la yoruba y la bantú, continúan arraigadas en el seno de sus pobladores, estas creencias mantienen una conexión con los negros congo que llegaron a la isla en época de la colonia. La iniciación en esta creencia conlleva cortar el cuerpo del elegido, conforme a la tradición originaria; pero en ningún escrito se registra una ceremonia dentro del continente negro, con las características de este país caribeño.

En África como iniciación se conocen los ritos de paso, o lo que se entiende por "el paso de un niño a su mayoría de edad", pero bajo el nombre de "iniciación" se conoce en los grupos religiosos cubanos el ingreso a una casa templo y es la condición de ser parte de esa comunidad religiosa.
Esta ceremonia de iniciación consta de cortes en la piel en forma de cruz, estos cortes a los que no me atrevería a llamar escarificaciones, tal y como se les conocen en África, no sólo tiene un valor ceremonial, sino que también representan una comunión estrecha y sanguínea con el ancestro que rige la casa templo, símbolo de integridad de esta persona y de su juramento de guardar los secretos que le serán otorgados según su grado y jerarquía.

A los cortes realizados en la piel, se le colocan sustancias de origen animal y vegetal. El cuerpo entonces pasa a ser un escudo mágico, un talismán corpóreo que protegerá al individuo contra los malos espíritus. El cuerpo por tanto se convierte una vez más en la frontera entre el mundo de los muertos y el mundo de los vivos, entre el mundo visible y el mundo de lo invisible. Cada casa templo tiene formas diferentes para iniciar a sus elegidos, en tanto cada una es regida por un guía que mora en el mundo de lo invisible y es él, quien dicta la forma y la figura que será marcada en el cuerpo del iniciado.

Posteriormente y al cabo de mucho años de esta primera iniciación, según las casas más ortodoxas, no se debe realizar una segunda fase, antes de cumplir los diez años de iniciado. Esta segunda consagración que corresponde entonces a la sacerdotal o la que se denomina "ser Padre o ser Tata", el cuerpo del elegido se prepara nuevamente para ser capaz de manipular una fuerza numen, que le acompañará de por vida y lo asistirá en sus trabajos de sanación, ahora el cuerpo estará listo para comunicarse con el mundo de los espíritus, hablar con ellos y saber que demandan a cambio de los favores que van a brindar.
Este cuerpo será cortado nuevamente, pero ahora las incisiones, lejos de ser cruces, representarán una grafía más compleja, marcarán un camino e inclusive una representación simbólica de la fuerza numen que le acompañará. Estos cortes suelen ser más profundos y dolorosos, significando también un estado de independencia y de respeto hacia la casa y el ancestro que te acogió y preparó para este fin.

Pudiéramos estar hablando del cuerpo como templo durante interminables folios, pero este escrito es solo una reflexión sobre él y su condición de templo y espiritualidad.
Nuestro cuerpo es parte de una ceremonia desde el propio nacimiento, hasta la hora de la muerte.-

  


lucerocongo 

Fuente
Sandra Martínez Rossi - La Piel Como Superficie Simbólica Procesos De Transculturación En El Arte

Los pueblos interiores de África Central

Josep Martí Algunas notas sobre el Ekong en Guinea Ecuatorial

Albert Kasanda Lumembu Elocuencia Y Magia Del Cuerpo  Un Enfoque Negroafricano

Rivière Claude, (1997) Socio-anthropologie des religions, Paris, Armand Colin.

- Tiérou, A. (1998), Dooplé, loi éternelle de la danse africaine, Paris, Maisonneuve et Larose.

- Thomas, L.-V., (2000), Les chairs de la mort, Paris, Sanofi-Synthelabo.

- Vallet, O. (1999), L´héritage des religions premières, Paris, Découvertes Gallimard.

- (Varios), (1965), Les religions africaines traditionnelles, Paris, Seuil. (Actes des Rencontres internationales de Bouaké).

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