En
la sociedad cubana actual las creencias de origen africano, como la yoruba y la
bantú, continúan arraigadas en el seno de sus pobladores, estas creencias
mantienen una conexión con los negros congo que llegaron a la isla en época de
la colonia. La iniciación en esta creencia conlleva cortar el cuerpo del
elegido, conforme a la tradición originaria; pero en ningún escrito se registra
una ceremonia dentro del continente negro, con las características de este país
caribeño.
En África como iniciación se conocen los ritos de
paso, o lo que se entiende por "el paso de un niño a su mayoría de edad",
pero bajo el nombre de "iniciación" se conoce en los grupos
religiosos cubanos el ingreso a una casa templo y es la condición de ser parte
de esa comunidad religiosa.
Esta ceremonia de iniciación consta de cortes en la
piel en forma de cruz, estos cortes a los que no me atrevería a llamar
escarificaciones, tal y como se les conocen en África, no sólo tiene un valor
ceremonial, sino que también representan una comunión estrecha y sanguínea con
el ancestro que rige la casa templo, símbolo de integridad de esta persona y de
su juramento de guardar los secretos que le serán otorgados según su grado y
jerarquía.
A los cortes realizados en la piel, se le colocan
sustancias de origen animal y vegetal. El cuerpo entonces pasa a ser un escudo
mágico, un talismán corpóreo que protegerá al individuo contra los malos
espíritus. El cuerpo por tanto se convierte una vez más en la frontera entre el
mundo de los muertos y el mundo de los vivos, entre el mundo visible y el mundo
de lo invisible. Cada casa templo tiene formas diferentes para iniciar a sus elegidos,
en tanto cada una es regida por un guía que mora en el mundo de lo invisible y
es él, quien dicta la forma y la figura que será marcada en el cuerpo del
iniciado.
Posteriormente
y al cabo de mucho años de esta primera iniciación, según las casas más
ortodoxas, no se debe realizar una segunda fase, antes de cumplir los diez años
de iniciado. Esta segunda consagración que corresponde entonces a la sacerdotal
o la que se denomina "ser Padre o ser Tata", el cuerpo del elegido se
prepara nuevamente para ser capaz de manipular una fuerza numen, que le
acompañará de por vida y lo asistirá en sus trabajos de sanación, ahora el
cuerpo estará listo para comunicarse con el mundo de los espíritus, hablar con
ellos y saber que demandan a cambio de los favores que van a brindar.
Este
cuerpo será cortado nuevamente, pero ahora las incisiones, lejos de ser cruces,
representarán una grafía más compleja, marcarán un camino e inclusive una
representación simbólica de la fuerza numen que le acompañará. Estos cortes
suelen ser más profundos y dolorosos, significando también un estado de
independencia y de respeto hacia la casa y el ancestro que te acogió y preparó
para este fin.
Pudiéramos
estar hablando del cuerpo como templo durante interminables folios, pero este
escrito es solo una reflexión sobre él y su condición de templo y espiritualidad.
Nuestro
cuerpo es parte de una ceremonia desde el propio nacimiento, hasta la hora de la
muerte.-
lucerocongo
Fuente
Sandra Martínez Rossi - La Piel Como Superficie
Simbólica Procesos De Transculturación En El Arte
Los pueblos interiores de África Central
Josep Martí Algunas notas sobre el Ekong en Guinea
Ecuatorial
Albert Kasanda Lumembu Elocuencia Y Magia Del
Cuerpo Un Enfoque Negroafricano
Rivière Claude, (1997) Socio-anthropologie des religions, Paris, Armand Colin.
- Tiérou, A. (1998), Dooplé, loi éternelle de la danse africaine, Paris, Maisonneuve
et Larose.
- Thomas, L.-V., (2000), Les chairs de la mort, Paris, Sanofi-Synthelabo.
- Vallet, O. (1999), L´héritage des religions premières, Paris, Découvertes
Gallimard.
- (Varios), (1965), Les religions africaines traditionnelles, Paris, Seuil. (Actes
des Rencontres internationales de Bouaké).
http://www.asturiasmundial.com