proverbios africanos


Los Proverbios africanos son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de los antiguos sabios africanos. Muchos proverbios son observaciones acuñadas por la experiencia colectiva a lo largo del tiempo, con temas que van desde la meteorología hasta el destino invariable y fatalista de existencia. Constituyen el bagaje cultural del pueblo africano en tiempos en los que la tradición oral pasaba la sabiduría popular de una generación a otra.

“Que la serpiente vaya en zigzag no quiere decir que esté borracha”

“Incluso sin dientes, el leopardo da miedo.”

"Por mucho que adelgace, el león seguirá siendo el rey de la selva"

"Si ves a una cabrita entre los leones, es que no es una cabrita"

"Él que ha visto el león y él que le ha oído no tienen la misma manera de correr"

“Un sabio no juega al potro con el rinoceronte” 

"Si en época de sequedad, el elefante ha adelgazado, es que el lagarto ya ha muerto"

"Cuando el leopardo está ausente la gacela baila” 
 

"Él que te muerde, te recuerda que tienes dientes.”

"El ojo que nunca ha llorado, no ha visto aún nada”

"Él que tiene diarrea no teme la oscuridad"

 "Es más fácil para una hormiga transportar una montaña que mover a los que mandan" 




El reino Fon de Benín

La leyenda del Reino de Allada
La tradición oral de los fon explica que Aligbonon, hija del rey de Tado, fue a buscar agua a un estanque cuando un leopardo se abalanzó sobre ella sin matarla. Algunos meses más tarde, Aligbonon dio a luz a un varón, que bautizó con el nombre de Agassou: hijo del leopardo.
Con el paso de los años Agassou se convierte en un hombre fuerte, cubierto de pelos rubios y con las uñas largas haciendo honor a su condición de ‘hombre-leopardo’. Debido a su terrorífico aspecto ninguna de las chicas de Tado quiere casarse con él. Es entonces cuando su madre busca una esposa para su hijo entre otras tribus de la región. Su aspecto y el hecho de desposar a una mujer que no pertenece al reino de Tado impiden a los descendientes de Agassou de ser candidatos al trono. Será finalmente el nieto de Agassou quien frustrado por serle denegada la posibilidad de ser rey asesina al príncipe Adja, heredero al trono de Tado y huye con su familia y seguidores al otro lado del río Mono. Este hecho le convierte en Adjahouto –el asesino de Adja-. Con él lleva el cráneo de su abuelo Agassou, la calabaza sagrada de Tado –de donde deben beber todos los monarcas- y dos pitones de los bosques de Tado. Al llegar a las fértiles tierras del centro del actual Benin, funda su propio reino. A pesar de la distancia, Adjahouto sabe que los soldados de Tado lo están buscando para matarlo y es entonces cuando decide convertirse en árbol para evitar que lo encuentren. El poder de convertirse en otros seres vivos lo había heredado de su abuelo. Ante su desaparición, sus seguidores exclaman ‘el rey ha muerto’ que en lengua fon es Alla Da, de ahí que el reino más antiguo del imperio fon se conozca como Allada. Hoy en día el ‘árbol-rey’ sigue en pie en el bosque sagrado de la ciudad de Allada.