Nsasi versus Palma Real

Desde que nuestra raza la humana tiene uso de razón ha tomado las plantas como una firme aliada, ante cualquier evento ya sea de índole espiritual como medicinal.- En Cuba como en cualquier otro país del mundo cada Domingo de Ramos, el  repique de  las  campanas  anuncia  el comienzo de  la Semana Santa.  Como nunca antes  en todo un año, las iglesias se llenan de cristianos comprometidos y creyentes de cualquier regla, que acuden a recibir el  “guano bendito” como símbolo de una  esperanza.
 El Domingo de Ramos en la creencia católica, su ceremonia litúrgica comienza con la bendición del guano bendito, que sin lugar a dudas cualquier cubano sabe que es un producto de la hoja y el tallo  de la palma, pero la confección de este guano bendecido se obtiene de diferentes palmas, según la latitud en el planeta, la palma de ramos o de cera (árbol nacional de Colombia), la Palma Canaria o la palma de vino  presente en varios países y en Cuba esta hoja tan buscada y sufrida para el Domingo de Ramos, se adquiere de nuestra majestuosa e imponente siempre firme PALMA REAL (Roystonea regia). No por gusto es nuestro árbol nacional, el más altos y abundante en las sabanas de la Isla. Su tronco liso termina en penachos y frutos que sirven para alimentar el primer plato cubano, el cerdo; no hay un cerdo con mejor sabor que el criado con el palmiche, ni bellota ni ná, Palmiche. De la palma aprovechamos todo; sus "pencas "para el techo, su tronco para construir el bohío, el cogollo para tejer y su yagua para fundamentar la nganga y finalmente lógicamente su hoja, para confeccionar el «guano bendito».

Nuestra ya conocida y adorada Palma Real, muy respetada desde los aborígenes cubanos; es la más popular de todas la plantas cubana, allí vive Nsasi, su casa predilecta, su mirador. Donde se viste de fuerza y se alimenta de la candela. El nkisi del fuego de la tormenta del viento malo, del remolino y como dirán los santeros "el artillero de cielo" Nuestra palma real con sus "imponentes hojas recuerdan animales mitológicos mensajeros de msambi¹", Allí se esconde el rayo, por eso no es posible dejar de adorar a esta nkunia que todo los nganguleros reverencian y nombran desde su primer mambo, la saludan, y le solicitan su licencia para comenzar el oficio, el juego de palo. Allí se jura en el palomonte y cuando mencionas a Nsasi ya has nombrado prácticamente a casi todo los mpungos y los nfiris.
 Cuenta un viejo mayombero que "Las prendas de este Npumgo, las de Nsasi, hala los rayos y que un día sin querer allá en Kunankanda se quemaron unas personas él que estimaba y desde entonces, de la mortificación se metió en una Palma". Dice otro viejo palero que su matari cae del cielo directamente y que se esconde varios años en la tierra, que siete años después lo recogerá nada más y nada menos que un Tata  que tenga Nkisi Nsasi, Este  nganga es quien la puede refrescar para que no vuelva a convocar al rayo, se le da algo de menga, "para que se le quite las ansias" y luego se deja un tiempo en agua para que se enfrié un poco, pero esa piedra es negra como tizón para que sirva de verdad y como la noche, nunca pierde su fuerza". 
Cuando se comienza la ceremonia a esta nkunia se le da un  huevo que se entierra al pie de sus raíces, vino seco, pimienta y hierba de varias clases, para que llame al rayo y venga a su  punta. 

...Un típico maleficio que se ejecuta en la Palma Real, con un cuchillo se abre el buche de un pollo negro, se le coloca pimienta y aguardiente en abundancia, azufre y polvo de cementerio y se envuelve en un género negro, mientras esta operación se lleva a cabo, se maldice incesantemente  al sujeto y se amenaza al espíritu morador de la palma para que haga morir del modo más cruento. Se entierra el pollo bajo la raíz, aún vivo dejándole  afuera la cabeza y con una escoba de palmiche se azota el tronco de la palma, para que Nsasi enfurecido actué duramente..."² 


  lucerocongo

¹ http://ralphalpizar.wordpress.com/2010/07/04/la-palma-real-y-el-mayombe/
²Lidia Cabrera "El Monte"
Gran Enciclopedia RIALP. 6ta edición, Ediciones RIALP, Madrid, 1989